La colonia árabe residente en la Costa del Sol sufrió ayer una fuerte conmoción a consecuencia del primer atentado sangriento que se ha registrado en la zona contra miembros de esta comunidad. El atentado, registrado a las 22.10 horas del domingo en pleno paseo marítimo de Marbella, estaba dirigido contra Khalid Almarzook, propietario de un periódico kuwaití defensor de las posiciones iraquíes en relación a la guerra entre Irak e Irán. Almarzook resultó ileso, pero en el atentado falleció su conductor y resultó herido uno de sus acompañantes.
La organización Jihad Islámica (Guerra Santa Islámica) se responsabilizó ayer en Beirut del frustrado atentado contra el propietario del periódico kuwaití Alanbaa (Las Noticias). La acción fue perpetrada por un joven de fuerte complexión y de apariencia árabe, que disparó con un arma automática, al parecer una, Ingram-Marietta.Almarzook posee una casa en una urbanización de Marbella, a donde acude regularmente desde hace 10 años. La acción dirigida contra él originó una fuerte preocupación entre la colonia árabe de la Costa del Sol, en la que figuran importantes hombres de negocios y miembros de las familias gobernantes de varios países.
El autor del atentado se acercó a la ventanilla del Chevrolet blanco, de matrícula kuwaití, utilizado por Almarzook y, antes de disparar sobre los ocupantes del coche, lanzó una ráfaga al aire para asustar y ahuyentar al numeroso público que se hallaba en los alrededores. Acto seguido hizo fuego contra el interior del vehículo, alcanzando al conductor y a uno de los acompañantes de Almarzook, quien resultó ileso.
El grupo que ha reivindicado la acción es el mismo que en octubre del pasado año perpetró sendos atentados contra el cuartel general de los marines norteamericanos y el de los paracaidistas franceses en Beirut. En ambas acciones fallecieron más de 300 militares norteamericanos y franceses.
El alcalde de Marbella, José Luis Rodríguez, declaró ayer a Efe que la repetición de estas acciones "pondría en entredicho la fama de Marbella como lugar tranquilo y seguro". Fuentes de la policía han expresado sus quejas "por la escasa dotación -30 inspectores y 60 miembros de la Policía Nacional- para vigilar los 31 kilómetros de costa, con 150 urbanizaciones, que hay en Marbella". Página 9
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 7 de agosto de 1984