Gino Bechi también fue actor de cine. Quizá no llegó a ser un gran actor, pero sí lo fueron las actrices que debutaron con él: Antonella Lualdi, Silvana Pampanini, Gina Lollobrigida, Sofila Loren y Franca Marzi, en películas como Fuga a due voci, Torna a Sorrento, Amanti in fuga, Follie per l'ópera, Sinfonia d'amore, etcétera. Todo un proyecto cinematográfico para después de una guerra.
Pregunta. ¿Cuál es su recuerdo de esta etapa?.
Respuesta. Ah, sí, el cine. Hice mucho en mis tiempos. A mí me llamaban porque era popular como cantante de ópera y me defendía más o menos ante la cámara, pero nunca llegué a ser un gran actor.
P. Volviendo a la ópera ¿Cómo la ve actualmente?
R. No la veo, nunca voy al teatro, prefiero quedarme en casa. Hoy la ópera se hace muy bien, muy perfecta, pero a mí me parece totalmente aséptica, desinfectada con alcohol.
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Gino Bechi recuerda tal vez los años cuarenta, la época en la que lograra tantos éxitos, y al volver a referirse a la actualidad, a la ópera de los años ochenta, añade, en italiano: "Non mi commuove, non mi prende". Y por primera vez a lo largo de la entrevista aparece un deje de melancolía en la mirada de este hombre fuerte, brusco y simpático que ya en la calle, en compañía de su mujer, se despide afectuosamente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 18 de noviembre de 1984