El Rácing de Santander sigue siendo el único equipo de Primera División que no ha marcado ningún gol fuera de El Sardinero. Sin embargo, ese récord negativo no impidió ayer su alegría y felicidad. Porque la Real, que sigue sin recibir, con su plantilla profesional, un solo gol en su campo, coseché, no obstante, su tercer empate a cero en Atocha. Spórting de Gijón y Valladolid habían arrancado antes idénticos resultados.El Rácing tuvo la virtud de aportar sobre el terreno de juego al mejor hombre de todos cuantos actuaron. Su capitán, Quique, bordó una actuación soberana, que le hizo acreedor a los aplausos del público donostiarra.
El equipo montañés hizo bastantes más cosas que acertar a defenderse con un planteamiento cauto, pero no demasiado conservador. Contraatacó con peligro y pudo haber marcado a los 39 minutos si Campbell no hubiera marrado un servicio perfecto de Chiri desde la derecha.
La Real tan sólo jugó bien en la media hora inicial. Sus ocasiones de gol fueron producto de una presión más bien desordenada y poco precisa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 18 de noviembre de 1984