Las fuertes deudas de la Reggie-Renault francesa, casa matriz de Fasa Renault, han llevado la preocupación y la incertidumbre a todos los centros españoles de Fasa, que cuentan con más de 23.000 trabajadores en nuestro país, de ellos 17.000 en Valladolid. Durante la última semana se celebraron asambleas en las que los asistentes recibieron información de la situación de la empresa francesa.
Esta información había sido facilitada el miércoles pasado por la dirección de Fasa a los miembros del comité intercentros. Según datos de la propia empresa, la Reggie-Renault tiene en la actualidad unas deudas que alcanzan 1,1 billones de pesetas, lo que le ha obligado a una serie de medidas drásticas que supondrán, por despido o jubilaciones anticipadas, la pérdida de empleo para 15.600 personas.
Aunque Fasa no ha dicho aún en qué medida va a afectar esta situación a las factorías españolas, los trabajadores temen que el peso de las deudas de Reggie-Renault alcance a España, pese a que los vehículos fabricados en nuestro país son los que mayor nivel de calidad han dado en todas las factorías de Renault.
Sin embargo, Francia es el principal destinatario de los coches fabricados en las naves españolas y la caída del mercado galo implicaría problemas fuertes en las factorías hispanas.
El primer efecto de la crisis francesa ya se ha anunciado a los trabajadores: Fasa propondrá un nuevo expediente de regulación de jornada para 1985. El próximo miércoles dará a conocer sus características y dimensiones al comité intercentros.
Se teme que en esta ocasión, y dada la situación de la Reggie-Renault, no ocurra como otros años, en los que Fasa solicitó expedientes de regulación de jornada por bastante tiempo y para casi toda la mano de obra directa, pero luego no los aplicó en su totalidad a la vista de la evolución positiva del mercado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 18 de noviembre de 1984