Los guardianes libaneses que custodian al embajador de Estados Unidos en Beirut, y sus asesores norteamericanos, obsesionados por un posible atentado por vía aérea contra la residencia del representante diplomático, no dudaron en disparar con sus baterías antiaéreas contra un helicóptero de los cascos azules de la ONU que les pareció sospechoso, según reveló ayer el portavoz de las Naciones Unidas.El helicóptero, perteneciente al contingente italiano de la Fuerza Internacional de las Naciones Unidas en Líbano (FINUL), acababa de despegar el jueves por la noche del aeropuerto de Beirut y, a pesar de volar con todas las luces encendidas y de estar pintadas en su carlinga las iniciales de la ONU, fue objeto de unos disparos que no lo alcanzaron.
Veinticuatro horas antes, una avioneta privada que efectuó un aterrizaje de emergencia en Beirut, también fue tiroteada por esos celosos custodios.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 18 de noviembre de 1984