Permita que le felicite por el nuevo colaborador que EL PAIS ha logrado incorporar a su nómina. En esta ocasión se trata de un dramaturgo innovador, incomprendido en su tierra hasta por este periódico, que ahora le hace justicia, pero que es aclamado por grandes multitudes en todos los idiomas cultos de la tierra. Por algo es inspirado muy especialmente por la Santísima Virgen María a través de fértiles apariciones.Una copa de agua de colonia (EL PAIS, 9 de noviembre) es, en mi modesta opinión, una pequefla joya literaria de valor incalculable, una muestra inaugural de ese nue vo género dramático que yo me atrevo a llamar entremés / relám pago o también greguería escéni ca, con perdón de don Ramón. Qué sagacidad, cómo se le notan las tablas al autor, cómo ha sido capaz de trascender un chiste ma nido hasta convertirlo en puro arte. Muy acertada la presencia en la obra de un oportuno periodista, como queriendo decir .
Por todo ello, opino humilde mente que EL PAIS debe apadri nar la pronta escenificación de un texto tan inteligente y tan bello, no sólo por lo pequeño. ¿Qué dirá el maestro Haro de su estreno? Pero antes se debe proponer al autor que siga escribiendo obras del nuevo género para que EL PAIS las publique después de lograr arrebatarlas, en perfecta y libre competencia, como debe ser, a otros periódicos que para sí mu cho las quisieran.
A partir de entonces, ya no dirán los eternos insatisfechos que este periódico sólo cultiva el ensayismo orteguiano y tendremos la oportunidad, Dios lo quiera, de reconfortarnos hasta con epigramas y loores a la auspiciadora de tan pánica literatura. Lástima es que pocos lleguen a percatarse de mi propuesta, ya que es muy probable que no tengan espacio en su periódico para publicarla.- Francisco Muñoz de Escalona.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 18 de noviembre de 1984