Las ayudas de Gobiernos y organismos para paliar el hambre en los países africanos azotados por la sequía son insuficientes. El presidente etíope, Mengistu Haile Mariam, en cuyo país el hambre amenaza a casi seis millones y medio de personas, apeló a la comunidad mundial para que siga enviando alimentos. En la fotografía, un padre, con dos de sus hijos, en un centro de refugiados de Korem, en Etiopía.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 18 de noviembre de 1984