La práctica totalidad de los socialistas catalanes nos pronunciamos, en nuestro reciente congreso, por la salida de la OTAN, ya que estamos convencidos de lo profimdamente negativo que es para nuestro país la permanencia en la Alianza. Sobre este unánime criterio aparecieron dos posiciones diferenciadas. Una, la oficialista, apoyada inicialmente por una minoría de delegados, obtuvo la victoria final después de emplear diversos medios de presión. La diferencia entre esta opción y la vencida es la misma que existe entre opinar y actuar. Los llamados oficialistas opinaron negativamente sobre la OTAN, pero renunciaron a defender su criterio, supeditándose a la decisión que emane del Congreso Federal del PSOE, que previsiblemente será la de mantenerse en dicho pacto en los términos actuales. La posición mal llamada radical, además de expresar verbalmente su voluntad, pretendía actuar de acuerdo a ella y en función de su soberanía como partido. Defendía la realización del referéndum tras una previa campaña, clara, en favor de la salida total de la OTAN, tanto por lo que supondría para nosotros como para intentar que nuestro ejemplo arrastrase a otras naciones.No considero que esta posición sea radical, sino que es simplemente la coherente con las resoluciones de los socialistas catalanes. Ruego, por tanto, que en lo sucesivo los medios de comunicación identifiquen esta corriente como coherente y no con el otro término, pues no refleja la realidad.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 6 de diciembre de 1984