Los 56 camiones, 148 motos y 360 coches que participan en el rally París-Dakar emprendieron ayer, en una fría mañana de invierno, el camino que, desde el castillo de Versalles, les llevará a las tierras calurosas de África. Varios miles de personas se congregaron a primeras horas de la madrugada en la Plaza de las Armas para asistir a la salida de los 1.000 concursantes y 300 miembros de los servicios de organización de la carrera.
La primera jornada llevará a los participantes hasta el puerto mediterráneo de Seta (departamento de Herault) donde embarcarán hacia Argel. A lo largo de los 1.000 kilómetros que separan Versalles de Seta, los corredores se enfrentarán a difíciles condiciones meteorológicas, al atravesar las montañas del macizo central, nevadas en esta época del año, aunque a juicio de los observadores la etapa de ayer era sólo "un paseo" en relación con el resto. Los participantes penetrarán en el desierto africano el día 4.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 2 de enero de 1985