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CARTAS AL DIRECTOR

Los servicios de urgencia de la Seguridad Social

Quisiera aprovechar la oportunidad que nos brinda a los lectores en esta sección para denunciar la lamentable atención que recibimos los ciudadanos en los servicios de urgencia de la Seguridad Social y el desprecio que en éstos se hace a las personas de edad.Días atrás he sufrido la desagradable experiencia de que mi madre política, afecta de una enfermedad respiratoria crónica, sufriera una descompensación que le produjo una importante insuficiencia respiratoria. Pues bien, durante tres días he tenido que estar peregrinando por los servicios de urgencia de los grandes hospitales de nuestra ciudad, donde no se me ha hecho el más mínimo caso. A la enferma le aplicaban un escaso tratamiento temporal y a las pocas horas nos obligaban a llevárnosla a casa en la misma situación que estaba, alegando que no había camas, su avanzada edad (68 años), etcétera. Así visité el Hospital Provincial, La Paz y el Piramidón.

Resulta increíble que después de estar toda una vida pagando unas prestaciones para cuando las necesitemos, la edad sea motivo de desasistencia o desinterés. ¿Es que las prestaciones de la Seguridad Social caducan con la edad? ¿Es desinterés de algunos médicos?

No quiero terminar mi carta sin expresar mi agradecimiento al hospital Victoria Eugenia y a los médicos de guardia que tan maravillosamente, desde todos los puntos de vista, nos atendieron cuando, desesperado y desesperanzado, me dirigí allí. Sus nombres son doctores Durán y Bujarrabán. Es una lástima que no exista una mayor difusión de estos pequeños hospitales también estatales y, afortunadamente, tan diferentes a esos monstruos de ciudades sanitarias donde la asistencia está tan deteriorada-

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 2 de enero de 1985