Las grandes empresas españolas, con capital superior a 1.000 millones de pesetas, defraudan anualmente a Hacienda 3.500 millones de pesetas en el impuesto de sociedades, según se afirma en el primer número de la revista especializada Carta Tributaría.
Esta cifra de fraude fiscal se deduce del primer balance de las actuaciones de la Oficina Nacional de Inspección, que pone de manifiesto la tendencia de estas empresas a concentrar sus deudas tributarias en sus propios impuestos, no en aquellos de los que son intermediarios. Por ejemplo, el fraude anual correspondiente a retenciones del trabajo o del capital es de 171 millones y de 99 millones de pesetas, respectivamente.
La Oficina Nacional de Inspección dirige su actividad a los grandes contribuyentes: las personas físicas con patrimonio superior a 1.000 millones y los grupos de empresas en régimen de declaración consolidada.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 11 de abril de 1985