Alfonso Franco Bote, de 35 años, recluso preventivo de la cárcel de Carabanchel, falleció ayer a causa de las dos puñaladas que un compañero le dio cuando Franco se hallaba en la sala de televisión de la tercera galería. La muerte se produjo 10 minutos después, en el hospital penitenciario, mientras se esperaba una ambulancia que trasladara al herido al Hospital Provincial.Según informaron fuentes penitenciarias, el hecho fue descubierto sobre las 12.45 de ayer, cuando el recluso, tras ser herido, logró trasladarse hasta donde se encontraban los funcionarios para pedir su ayuda.
El autor o autores de la agresión aprovecharon, según parece, un momento en que ninguno de los dos funcionarios que se encontraban en las cercanías estaba en la sala de televisión para clavar a Franco posiblemente un pincho, arma punzante hecha por los presos con objetos de metal. Las mismas fuentes ,consultadas afirmaron que el recluso presentaba dos heridas en el hemitórax izquierdo que le causaron la muerte. Alfonso Franco se encontraba en situación de prisión preventiva desde octubre de 1984 y estaba a disposición del juzgado de Leganés como presunto implicado en un robo.
Por otra parte, un recluso del Centro de Detención de Jóvenes de Carabanchel se cortó los testículos y se los comió el martes pasado, según informaron a Efe fuentes penitenciarias. Se trata de Miguel Ángel P. J., de 19 años, detenido la pasada semana en un atraco a un pub.
El preso se había inferido horas antes un corte en el cuello y fue atendido en el hospital penitenciario. De regreso a la prisión sufrió un ataque de enajenación mental y se castró con una cuchilla de afeitar, por lo que fue enviadlo de nuevo al hospital, donde se le practicó una sutura. Miguel Ángel dijo ayer a los funcionarios que se había mutilado porque quería ser llevado al Psiquiátrico penitenciario, en el que se hallan sus colegas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 11 de abril de 1985