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Kafka hace doblete

El silencio teatral de 15 años es un silencio administrativo. Queremos decir que casi todos los grupos que figuran en la programación del Primer Festival de Teatro Independiente de San Sebastián llevan 10 y 12 años en la brecha, en supervivencia muchas veces precaria y trabajando en locales sin condiciones.Alquilar un teatro les supone un desembolso de 100.000 pesetas diarias aproximadamente. Con cierta reticencia a la hora de declararlo, en la utopía -por otra parte, factible- de cuantos han contribuido a este Primer Festival fermenta la consecución de un teatro estable en San Sebastián que, según fuentes consultadas, oficiales y oficiosas, se emplazaría en el Principal, cuya propiedad revierte al municipio, una vez vencido el arrendamiento, en 1986.

Muy posiblemente esas reservas estén motivadas por el fracaso del Teatro Estable de Bilbao, que se instaló en el Ayala. "Al principio empezó como un convenio entre Ayuntamiento, Diputación y Gobierno vasco al final, Gobierno vasco y Diputación se retiraron, y ahora continúa solo el Ayuntamiento. La mala gestión, entre otras cosas, ha reducido la capacidad de reclamo a 30 o 40 espectadores, y ha habido funciones en que se tuvo que cerrar". La urgencia de un congreso entre colectivos para definir una política a medio plazo, unos cinco u ocho años, constituye exigencia ineludible para los grupos vascos. Por lo demás, desconfían de la Administración. No en vano Kafka hace, martes y miércoles, doblete.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 11 de junio de 1985