Le MondePor último, entre las miles de consecuencias de la guerra de Líbano, la desdicha de los cascos azules finlandeses- hechos rehenes y detenidos por las milicias libanesas que apoya Israel hace aparecer de forma caricaturesca la misión imposible de las fuerzas de la ONU. Está fuerza había sido constituida el 19 de marzo de 1978, en virtud de una resolución ambiciosa del Consejo de Seguridad que encomendaba a los soldados de la ONU la tarea de consolidar la paz y de ayudar al Gobierno libanés a restablecer su autoridad efectiva al sur del río Litani. ( ... )Desbordados de forma humillante cuando la invasión israelí de Líbano en junio de 1982, los cascos azules han cumplido un papel meritorio de asistencia a las poblaciones, que han intentado siempre proteger.
El balance de su presencia no es del todo negativo. ( ... ) Pero ¿cómo 5.700 soldados provenientes de 10 países, a quienes se niega el empleo de las armas, podrían mantener la cobertura de la buena voluntad internacional sobre el avispero de brujas que es el sur de Líbano? Una fuerza que no es capaz de imponer la paz encuentra dificultades para mantenerla. ( ... )
El asunto de los rehenes finlandeses puede envenenar las relaciones entre Israel, por una parte, y la ONU y los países occidentales que participan en las fuerzas de los cascos azules, por otra. En vísperas de la llegada a Jerusalén de Brian Urquart, secretario general adjunto de las Naciones Unidas, el desacuerdo sobre las funciones de los cascos azules en Líbano se hace más evidente.
, 10 de junio
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 11 de junio de 1985