Adecuar la oferta y la demanda de empleo es uno de los objetivos de las bases del Plan Nacional de Formación e Inserción Profesional del que unas 450.000 personas podrán beneficiarse, según los cálculos oficiales. El Plan tiene una vigencia de doce meses y podrá comenzar a funcionar a partir de mediados del próximo mes aproximadamente, después de que hoy haya salido en el Boletín Oficial del Estado la orden ministerial que posibilita su puesta en marcha.Las bases fueron acordadas por el Consejo de Ministros el pasado 30 de abril y se establecen como una medida puente hasta que el Consejo General de Formación Profesional, cuyo proyecto de ley está tramitándose en el Congreso de los Diputados, esté en vigor. En el futuro, este consejo, estipulado en el Acuerdo Económico y Social (AES) y en el que participan los interlocutores sociales, será el encargado de elaborar el Plan Nacional de Formación Profesional. Mientras tanto, estas bases constituirán la primera experiencia al respecto.
Las medidas de apoyo a la formación pueden afectar a unos 400,000 jóvenes comprendidos entre los 16 y los 30 años, y las de inserción profesional, a otras 50.000 personas. Estas cifras contrastan con las 67.965 personas que recibieron formación profesional durante todo el año pasado. En conjunto, el plan cuenta con un presupuesto de 37.518 millones de pesetas, de los que el Instituto Nacional de Empleo (Inem) aportará en principio 18.613 millones; el Fondo de Solidaridad del AES, 15.395 millones, y otros organismos, 3.5 10 millones. El año próximo, según el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, se podrá contar con ayudas del Fondo Social Europeo en el que está inspirado el nuevo plan.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 7 de agosto de 1985