Alfonso Guerra, vicepresidente del Gobierno, que presidió ayer, en el paraninfo de la universidad Complutense, el acto de clausura del homenaje nacional a los poetas Antonio Machado, Federico García Lorca y Miguel Hernández, aportó toda una disertación teórica y un estudio en el que apuntaba diversos aspectos de investigación sobre la vida y obra de los tres autores.Intervinieron en primer lugar Manuel Núñez Encabo y Nicasio Salvador, presidente y coordinador, respectivamente, del homenaje. Seguidamente, se dio lectura a un telegrama de repulsa que se ha enviado al Gobierno de Suráfrica por el asesinato del poeta Benjamín Moloise, y se entregaron los premios nacionales de poesía, redacción, pintura y periodismo convocados. Alfonso Guerra tomó la palabra después para referirse al gran acierto que ha supuesto extender este homenaje por distintas ciudades españolas y por el pequeño pueblo francés de Colliure, donde falleció y está enterrado Antonio Machado. "Este homenaje representa el despertar de la sociedad española respecto a algunos problemas: se trata de mantener vivo el recuerdo de tres figuras nobles, de recordar a los que fueron silenciados por la muerte provocada y preniatura". Con estas palabras, Alfonso Guerra iniciaba una intervención que estaba lejos de ser la de un político, ya que en algunos momentos tenía una gran carga poética y literaria.
Conocer el pasado
Guerra apuntó que con este acto se intenta que sea mejor conocido nuestro pasado y quede desvelado el interrogante que el propio Machado haría plantear a Juan de Mairena: "Incierto es en verdad el porvenir, quién sabe lo que va a pasar, pero incierto es también lo pretérito, quién sabe lo que ha pasado". Guerra aportó pequeños estudios de cada uno de los tres poetas y afirmó que Machado permanecía distante de la vanguardia poética de su época."Los tres autores que hoy homenajeanios", añadió, "estuvieron hasta la muerte codo a codo con el pueblo, con España, esa España que era una torre de heridas que se desploma". Como tributo final, Alfonso Guerra dio lectura a tres poemas. "Me permitirán que utilice mi modesta voz para rendir homenaje en palabras de ellos misrnos, que les sirvió para dar homenaje a sus maestros y amigos".
El vicepresidente del Gobierno declaró a EL PAIS, una vez terminado el acto, que es cierto que le gustaría preferentemente dedicarse a actividades de este tipo, que siempre le han atraído de una forma especial. "En mi intervención he aportado algo de mi propia cosecha, ya que desde hace muchos, años me han interesado estos poetas e incluso llegué a hacer un montaje teatral con textos de algunos de ellos. De alguna forma ha sido un respiro el acto de clausura de hoy, ya que he podido hablar de cosas que me interesan y me apasionan, lo cual no quiere decir que sea bueno o malo, sino que me gustan, hasta el punto de que mis teorías que hoy he expuesto pueden ser fuente de polémica entre estudiosos y expertos de este tema", dijo Guerra.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 22 de octubre de 1985