La nueva ocupación del Templo Dorado de Amritsar, ciudad santa de la comunidad sij, por extremistas de esta colectividad, que ha renovado su llamamiento a la guerra santa, suscita inquietud en la India.Los sijs ocupan el Templo Dorado desde el pasado fin de semana y se dedican a la reparación de los daños causados en el mismo durante el asalto efectuado por las tropas indias en junio de 1984, en el que murieron más de mil personas.
Ayer, un militante del Partido del Congreso (I) fue asesinado por desconocidos a 25 kilómetros de Amritsar.
Esta nueva tensión en la India se produce en vísperas de la visita que efectuará el Papa a este país a partir del día 1.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 29 de enero de 1986