Al analizar los gastos de defensa de los países de Europa Occidental, cabe destacar que la pertenencia a la OTAN no guarda gran relación con el nivel de los gastos. El tener armas nucleares propias Francia y Reino Unido) sí parece tener repercusión. La neutralidad tampoco es un buen indicador de los gastos de defensa, pues Suecia y Suiza están en el pelotón de cabeza en cuanto a gastos per cápita, y Austria e Irlanda, en la cola. La riqueza del país puede ser un indicador más fiable. Pero ahí está Grecia, país pobre respecto a la media europea, al que su enfrentamiento con Turquía obliga a unos elevados gastos de defensa. El gasto depende también del concepto de defensa nacional que se tenga. Así Noruega, con un sistema de defensa en profundidad, y que no admite en tiempo de paz la instalación de armas nucleares o la presencia de fuerzas extranjeras, es el segundo país europeo que más gasta per cápita en la OTAN.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 18 de febrero de 1986