El nerviosismo de Washington y de Tokio por el avance de Gorbachov en Asia y en el Pacífico se justifica al menos en un sentido. Sus predecesores lo hicieron tan mal en esa región, al presionar, amenazar, escarnecer y espiar sin poder ofrecer unos beneficios económicos tangibles, que Gorbachov puede hacer progresos inmediatos si se comporta simplemente de modo normal. Además, si las reformas económicas internas tienen éxito y generan un comercio soviético con la región, y si Gorbachov es capaz de triunfar sobre las fuerzas que se resisten a hacer concesiones diplomáticas importantes, entonces sería posible una mayor penetración en la región., 17 de noviembre
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 17 de noviembre de 1986