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El partído de Atocha, clave para la crisis del Barcelona

La eliminación del Barcelona de la Copa de la UEFA ha desencadenado una de las mayores crisis azulgrana desde que Josep Lluís Núñez llegó a la presidencia en 1978. Varios directivos, entre los que alguno ha pensado incluso en dimitir, afirman que Ias medidas dependerán del resultado del partido, del domingo, en Atocha, ante la Real Sociedad". La impresión general es que Terry Venables no renovará su contrato como entrenador y que Núñez "está buscando una acción espectacular con la que pueda rehacerse ante el socio". Los indicios apuntan a la contratación de Javier Clemente como técnico, al que se le ofrecerían 300 millones de pesetas por cuatro temporadas. Clemente renovó recientemente por dos años más por el Español."Siento una impotencia rabiosa", manifestó uno de los dirigentes azulgrana. Tanto él como los otros directivos y jugadores consultados prefirieron permanecer en el anonimato. "La imagen del club está más deteriorada que nunca", añadió, "pero no se puede hacer nada porque las decisiones importantes están en manos de una cúpula". Y la cúpula, formada por Núñez, los vicepresidentes Joan Gaspart y Nicolau Casaus y el gerente Anton Parera, evitó ayer cualquier manifestación sobre el contenido de las reuniones que, en grupo o individualmente, han mantenido con Venables desde que finalizó el partido del miércoles.

"Sólo se puede ganar la Liga si llegamos a la fase final con ventaja sobre el Madrid", dijo un directivo, "y, de momento, estamos a un punto, tenemos un calendario dificil, un equipo roto, un extranjero que no sirve y un entrenador indiferente".

Hay directivos que dudan incluso de que Venables acabe la temporada como técnico barcelonista. "Puede ser que Núñez le haya dado un ultimátum sin que el técnico lo sepa", dijo uno de ellos. "Nuñez es consciente de que está tocado y que su continuidad peligra" agregó, "con lo cual prepara alguna medida espectacular".Divorcio de la afición

La crisis generalizada en el Barcelona tiene su máxima expresión en el equipo profesional. Varios jugadores consultados ayer reconocieron la responsabilidad global del conjunto en el bajo rendimiento de las últimas serriarías. La desilusión que sufrieron los jugadores por la derrota ante el Dundee, sin embargo, fue iríayor por la confirmación de que existe un claro divorcio entre la afición y el equipo.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 20 de marzo de 1987