El presidente del Gobierno autónomo de Tíbet, Poje Cering, ha criticado veladamente a las autoridades centrales chinas "por la aplicación de políticas inadecuadas en el capítulo de las minorías". Por su parte, el panchem lama, segundo jefe religioso de los tibetanos, consideró que "hay que proteger a las minorías como a las mujeres o los niños, porque son débiles".Las declaraciones, difundidas por la agencia oficial de Prensa, Xinhua, son interpretadas en medios diplomáticos occidentales como una respuesta a las afirmaciones de Li Peng, primer ministro en funciones de la Répública Popular China, que el pasado viernes dijo, ante la VII Asamblea Popular Nacional (APN), que cualquier acción proindependentista en Tibet "debe ser sancionada con severidad".
Para Poje Cering, el Gobierno central debe preocuparse más de las minorías nacionales y atender estas áreas menos desarrolladas. Tíbet es una de las zonas más pobres del territorio chino. Su capital, Lhasa, fue escenario en los últimos meses de varias manifestaciones antichinas, que causaron al menos nueve muertos. Pekín, en un intento de detener las protestas proindependentistas, ha practicado numerosas detenciones, especialmente entre los monjes lamaístas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 28 de marzo de 1988