La policía detuvo a 6.140 personas y expulsó de los estadios de los 92 clubes de la liga inglesa de fútbol a otras 6.542, según revela un informe policial. El mayor número de arrestos correspondió a los seguidores del Portsmouth (282), es decir, una media de 14,1 por partido, seguido del Chelsea, con 271 (13,5), y Southampton, con 208 (10,4 de media).A la luz de estos datos, Colin Moynihan, ministro británico de deportes, ha reafirmado su oposición al retorno de los clubes ingleses a las competiciones europeas si la Liga Inglesa de Fútbol no apoya sin reservas la puesta en práctica de un sistema de carnés para identificar a los hinchas. El ministro afirma que ni las expulsiones ni los arrestos reflejan "el gran número real de incidentes violentos en los estadios", y explicó que muchos partidos son propicios para una "conducta agresiva por parte de los aficionados".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de diciembre de 1988