Alrededor de 110 personas murieron o desaparecieron la noche del sábado al hundirse el barco en que viajaban para presenciar la despedida de año en la bahía de Guanabara, cerca de la playa de Copacabana. Anoche se llevaban rescatados 49 cadáveres del Bateau Mouche IV, mientras seguían desaparecidos otros 61, y sólo 20 de los viajeros lograron sobrevivir. El motivo de la catástrofe se cree que fue la sobrecarga del buque, que tiene una capacidad de 70 pasajeros y que llevaba a bordo a 130, según un informe de la policía brasileña.
Los pasajeros habían pagado 150 dólares (unas 17.000 pesetas) por persona para presenciar la tradicional despedida del Año Viejo en las playas de Río. El Bateau Mouche IV naufragó a las 23.50, hora local, veinte minutos después de salir de un pequeño puerto de la playa de Botafogo, donde embarcaron los turistas con trajes de noche para disfrutar de una cena de fin de año a bordo y contemplar una vista panorámica de la playa de Copacabana, donde se celebraban las principales atracciones de la fiesta de fin de año carioca.El barco, de un grupo de empresarios gallegos, no tiene capacidad para navegar en mar abierto y normalmente hace cortos paseos. Para el viaje de Nochevieja, el restaurante Sol e Mar alquiló el barco a la agencia de turismo Atatiaia, del gallego Francisco García.
Según el testimonio de algunos supervivientes, el barco comenzó a balancearse porque la mayoría de los ocupantes se instalaron en el lado derecho para presenciar los fuegos artificiales de la playa de Copacabana, y este sobrepeso, unido al oleaje, causó el naufragio.
[La Nochevieja también trajo la tragedia a un centro de detención de menores en Santiago de Chile, donde un incendio destruyó el edificio y causó la muerte de 11 niños y adolescentes detenidos.]
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 2 de enero de 1989