El conjunto de las organizaciones generales y sectoriales del sector agrario ha rechazado la propuesta de la Comisión Europea para los precios de la próxima campaña. El malestar del sector se centra especialmente en el conjunto de la medidas conexas, y especialmente por lo que suponen de endurecimiento de la política de estabilizadores en sectores como el algodón, el tabaco, los cereales e indirectamente en la remolacha.
En materia de precios, según han señalado las organizaciones agrarias, la primera oferta comunitaria es totalmente inaceptable, aunque se temían unas posiciones en esta línea. Para la COAG, es un ajuste duro que se trata de imponer desde Bruselas y que obligará a una reconversión salvaje para determinados sectores y segmentos de la población activa agraria. La COAG lamenta que la reforma de la PAC se haga solamente vía precios. UFADE teme que las negociaciones de los próximos meses no tengan excesivo margen en materia de precios, destacando su rechazo en el caso de los cereales y la remolacha. Para las organizaciones CNAG y Jóvenes Agricultores, la presidencia española, tras el triunfo en el último Consejo de Ministros en Bruselas ante la dura herencia griega, tiene la posibilidad de luchar para lograr unas mejoras de precios y, sobre todo, de medidas conexas que son impresentables para el campo español, donde se necesitan alternativas de cultivos.
Los estabilizadores
Además de los precios, las principales preocupaciones del sector agrario se centran en la política de estabilizadores.
En algodón, se rechaza el objetivo propuesto de 752.000 toneladas, cuando en esta campaña se han producido 1,1 millones de toneladas y es un cultivo deficitario en la CE. Con el ingreso de España se amplió la cuota en 185.000 toneladas, cifra que no cubre las cantidades previstas. Mantener esa cuota supone bloquear el desarrollo del cultivo algodonero y una penalización de los precios en un 15%. Los cultivadores españoles y griegos presentarán en las próximas semanas un Libro Blanco del sector a las autoridades comunitarias con el fin de forzar un aumento de cuota hasta 1,5 millones de toneladas.
La Federación de Cultivadores de Tabaco se opone igualmente a los objetivos fijados para 1989 y considera que se nos ha dado un trato discriminatorio respecto a otros Estados miembros. En los tipos virginia se mantiene un techo de 11.000 toneladas, cuando la producción prevista para esta campaña era de 14.000 toneladas. En burley hay congelación en 28.000 toneladas, mientras otros países como Italia, Portugal y, especialmente, Grecia tienen importantes aumentos.
En remolacha, el sector rechaza la propuesta de reducción de precios en la CE, aunque ello no afecta a España por tener un precio superior al comunitario. En leche, tras el acuerdo del último Consejo de Ministros al resolver el contencioso de Slom, los ganaderos pretenden un aumento en las cuotas para cubrir al menos las necesidades de la demanda interior. Finalmente, en cereales, se esperaba una línea de menos dureza en la Comunidad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 29 de enero de 1989