ENVIADO ESPECIAL
Argelia ha recibido con satisfacción la voluntad de mantener la mayor discrección respecto a sus conversaciones con ETA, expresada el pasado viernes por el Gobierno español a través de su portavoz, Rosa Conde. El secreto respecto a los menores detalles de ese diálogo, se cree en Argel, es una de las condiciones básicas para su éxito. El momento actual, se estima en la capital norteafricana, es oportuno para entablar tal diálogo.
Oficialmente, nada ocurre en Argel. Los periodistas españoles desplazados para cubrir los contactos con ETA no han sido ni tan siquiera acreditados por el Ministerio de Información argelino. El argumento empleado es que no tiene sentido acreditar a informadores para "una noticia que no existe".
Las fuentes de información habituales en Argelia -Ministerios de Información y Exteriores, prensa local y medios de la oposición- desconocen por completo la existencia de contactos entre una delegación del Gobierno español y altos dirigentes de ETA. Desde un primer momento, ese asunto ha sido llevado exclusivamente por los servicios de seguridad del país magrebí.
El mismo desconocimiento se registra en la Embajada española, cuyos miembros afirman no estar al corriente de la posible presencia en Argel de altos funcionarlos de Interior.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 29 de enero de 1989