España, en su calidad de presidente semestral de la CE, dertunció ayer que Rumania se negó a aceptar una gestión de la CE sobre derechos humanos. La CE había pedido a Bucarest información sobre 24 ciudadanos que protestaron por escrito contra la destrucción de aldeas en Transilvania.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 29 de marzo de 1989