Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
GENTE

Patrizia Riccardi

es una italiana decidida a dar a luz al segundo de sus hijos en una caravana aparcada frente a la Embajada de la República Popular China en Roma, en un dramático gesto de presión para conseguir que se autorice a su marido, Zhu Juwang, intérprete de las Naciones Unidas, a abandonar aquel país. Patrizia, una cualificada médica, ha manifestado su firme decisión de tener su hijo en la misma puerta de la embajada. Su marido, de 27 años, no ha sido autorizado a abandonar China desde enero de 1988, cuando regresó a Shanghai tras su obligada visita anual a la sede de Ginebra del organismo para el que trabaja. Las autoridades chinas han puesto como condición para dejar salir a Zhu que éste renuncie a su puesto de trábajo.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 29 de marzo de 1989