Un retrato pintado por Goya en 1782 y que se encontraba en "un lamentable estado de deterioro y suciedad" ha sido recuperado tras un minucioso trabajo de limpieza y restauración por el taller de restauradores del Museo del Prado, según dieron a conocer ayer fuentes del Ministerio de Cultura.El cuadro, de 1,70 metros de ancho por 2,27 metros de alto, representa a Antonio Veyan Monteagudo, miembro de una prestigiosa familia de Tamarite de Litera (Huesca) y catedrático de la universidad Sertoriana a mediados del siglo XVIII.
Fuentes del taller de restauradores del Museo del Prado explicaron que el retrato "era un trapo viejo, y su lamentable estado de conservación hacía difícilmente reconocible que se tratara de un Goya, aunque estaba acreditado por la documentación existente y por la firma del autor plasmada en el óleo".
Según las mismas fuentes, la tela estaba rota, tenía muchos agujeros, producidos, según parece, durante la guerra civil, y además el retrato había sido repintado.
Una vez restaurado, el retrato, propiedad del Museo de Huesca, permanecerá expuesto durante algún tiempo en las salas dedicadas a Goya en el Museo del Prado y después regresará a su lugar de origen.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 19 de abril de 1989