Estos son algunos de los párrafos de la carta enviada por Nicolás Redondo al presidente del PSOE, Ramón Rubial:-"Ni experiencias anteriores de comisiones conjuntas ni otras formas de entendimiento -como los acuerdos sobre programas electorales del 82 y del 86, o la concordancia alcanzada en el Congreso de 1984 sobre política económica-, ni mi presencia en la comisión ejecutiva del PSOE, o la condición de parlamentarios por el PSOE de varios miembros de la UGT -instancias que nos vimos obligados a abandonar- han servido para reorientar la política económica y social, ni tan siquiera, en muchas ocasiones, para que se hayan cumplido acuerdos suscritos".
-"Desde hace muchos meses, ninguna de las posiciones sindicales han encontrado una respuesta aceptable, resultando, en temas esenciales, los planteamientos claramente antagónicos".
-"Al mismo tiempo que se hacen llamamientos al entendimiento e incluso se acuerda la creación de una comisión conjunta, se reafirma rotundamente por las más representativas instancias del PSOE y del Gobierno la continuidad de la misma política y el rechazo al giro social demandado por la UGT y por el conjunto de las organizaciones sindicales de nuestro país".
-"Un mayor grado de entendimiento entre la UGT y el partido socialista en el Gobierno es inseparable de la concordancia en aquellas cuestiones que han dado pie a las mayores movilizaciones que ha conocido nuestro país en su historia reciente y de la reorientación de una política que ha hecho de lo social (...) un corolario del beneficio empresarial".
-"La recuperación de una sintonía y una colaboración entre la UGT y el PSOE requiere (...) la existencia de un proyecto reformista y de una política socialdemócrata. En ausencia de ese proyecto y esa política, la coincidencia estratégica entre los aliados naturales [Gobierno y sindicatos] no puede darse, salvo que los sindicatos renuncien a desarrollar su propia esencia y función".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 19 de abril de 1989