El jefe del Gobierno de la República Federal de Alemania, Helmut Kohl, desafió ayer en el Parlamento a su aliado norteamericano al insistir en la decisión de solicitar negociaciones con el Este sobre los misiles de corto alcance desplegados en la RFA y rechazar la modernización que pretenden EE UU y el Reino Unido.Los Gobiernos de Londres y Washington han llegado a acusar a Bonn de "deslealtad" y "traición". El de la RFA pretende que sus aliados acepten un compromiso que tenga en cuenta sus intereses nacionales alemanes y que Alemania Occidental, por su posición geográfica y por la presencia de los cohetes en su suelo, es la nación de la OTAN más expuesta a los peligros de una guerra nuclear.
El debate parlamentario reflejó el total consenso de las fuerzas políticas alemanas respecto a la polémica cuestión.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 28 de abril de 1989