El Barcelona arrolló al BBV Villalba en sólo siete minutos: entre el 25 y el 32 anotó cinco triples y una canasta de dos puntos, robó cuatro balones y no perdió un sólo ataque. Así, el preocupante 52-48 que había llevado a Aíto a solicitar tierapo, fue la última ventaja de los locales, que se habían descarado con el campeón.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 20 de septiembre de 1989