Las autoridades militares de Ayacucho impusieron ayer el toque de queda por tiempo indefinido, horas después de que se produjera el asesinato del alcalde de esa ciudad peruana, Fermín Azparrent. Un comunicado del Comando Político Militar (máxima autoridad de esta región del sureste del país) informó que el toque de queda regirá entre las nueve de la noche y las seis de la mañana, hora local, en los departamentos de Ayacucho y Huancavelica.
Azparrent, de 59 años, elegido en los comicios municipales de 1986 por la coalición de socialistas y comunistas Izquierda Unida (IU), fue asesinado el martes por la noche en su domicilio de tres tiros en la cabeza por tres jóvenes a rostro descubierto. Casi al mismo tiempo fue también asesinado el alcalde del pequeño pueblo andino de San Luis de Shuaro, Abraham Carhuapoca.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 21 de septiembre de 1989