El Gobierno francés considera seriamente la posibilidad de que un atentado destruyera el avión de la compañía UTA, cuyos restos aparecieron ayer esparcidos por decenas de kilómetros en el desierto del Teneré, en Níger. Farniliares de las 171 personas que se encontraban a bordo del DC-10 siniestrado esperaron, como muestra la fotografía, durante más de un día en el aeropuerto parisino Charles de Gaulle, destino final del vuelo iniciado el martes por la mañana en Brazzaville (Congo). S lo anoche se informó oficialmente de que no hubo supervivientes. En una llamada telefónica, un comunicante que dijo hablar en nombre de Y¡had Islámica reivindicó el supuesto atentado en nombre de Alá y del imam Jomeini". El avión perdió todo contacto con la torre de control a los pocos minutos de despegar de Yamena (Chad), tras una escala técnica en la que embarcaron 71 personas.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 21 de septiembre de 1989