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REVISTA DE PRENSA

Auschwitz y las carmelitas

El nombre de Auschwitz significa cosas distintas para polacos y judíos. Para el cardenal de Varsovia, Josef Glemp, un patriota polaco, es un lugar donde los nazis mataron a muchos católicos polacos, junto con miembros de otros grupos y razas, incluidos judíos y gitanos. Para los judíos, Auschwitz es sinónimo de holocausto porque más de seis millones y medio de personas murieron allí. Sin embargo, un desafortunado conflicto ha roto las relaciones internacionales entre judíos y católicos.Es irónico que el centro de la tormenta sea una pequeña comunidad de monjas de la orden Carmelita, que rezan para obtener el perdón de Dios por los actos criminales del hombre contra el hombre. Éstas han ocupado un edificio en el campo de concentración. Quizá parezca natural para los católicos querer, orar en este terrible lugar, pero para los judíos es una grave intrusión dentro del simbolismo de Auschwitz. El martes, el cardenal Glemp tuvo la oportunidad, en su breve visita a Bristol, de explicar los acontecimientos latentes tras el conflicto. No utilizó palabras conciliadoras. De hecho, emitió algunas críticas de poco tacto de lo que los judíos denominan "teología Shoah". El nuevo Gobierno polaco tiene miles de problemas, pero parecía que comprendía el caso judío. El cardenal Glemp no debería ser el encargado de arreglar esta situación, sino el Gobierno de Polonia, que es responsable de Auschwitz y que debería usar su autoridad para imponer una solución.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 22 de septiembre de 1989