El soldado Antonio Marín Ballesteros, internado en el Hospital Militar de Córdoba, intentó suicidarse el viernes arrojándose a un patio colgado del cuello con una cuerda hecha con tiras de una sábana. Sus compañeros le rescataron antes de que lograse su propósito
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 8 de octubre de 1989