Dos semanas después de haberse iniciado la pérdida de ozono sobre el continente antártico -el denominado agujero- con la llegada de la primavera austral, éste se extiende hacia el exterior, tal y como habían anunciado los científicos españoles Javier Cacho y Juan Ignacio Forta, destacados en la base argentina de Marambo para efectuar mediciones, según informaron fuentes del Instituto Nacional de Técnicas Aeroespaciales (INTA).
Los valores de ozono y de dióxido de nitrógeno, relacionado con aquel gas, son un 10% menores a los tomados en 1988. Los registros, según el INTA, coinciden con los recogidos por otros grupos. [Científicos de EE UU temen que se alcance la extensión del agujero de 1987, el mayor registrado, informa Efe].
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 8 de octubre de 1989