La comparecencia de la señora ministra y portavoz del Gobierno, Rosa Conde, la noche del día de las elecciones ha sido ilustrativa. Quede claro que resulta desconcertante su ignorancia del significado de ciertas siglas, su desconsiderada carcájada posterior, su uso indiferenciado de palabras como "escaño" y "candidatura" y otras sutilezas. Pero lo extravagante es su insistente referencia al "Senau", "diputau", "escrutau", "resultau", etcétera. Mientras tanto, otros se preocupan de enseñar a hablar y escribir con alguna corrección-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 8 de noviembre de 1989