MEDIO MILLÓN de personas han visto la exposición de cuadros de Velázquez abierta hasta ayer en el Museo del Prado de Madrid. La venta de 250.000 catálogos ha supuesto un récord mundial. La muestra se ha convertido en un hecho social y cultural espectacular que merece ser resaltado.Si inicialmente sorprendió el enorme afán por contemplar una exposición de la que la mayor parte de los cuadros se exhibe permanentemente en el propio rriuseo, la insistencia de todos los medios de comunicación en alabar la mijestra parece haber actuado de espoleta en el interés de los ciudadanos. El sentirse partícipe de un hecho históricamente irrepetible, el pecullar y lento ritual de acceso a las salas y, naturalmente, la profunda belleza de lo expuesto podrían explicar y justificar la superación de todas las dificultades de la masificación. Es también un dato esencial para que la Administración insista en acontecimientos similares y, con la colaboración del Parlamento, agilice la aprobación de la llamada ley del mecenazgo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 2 de abril de 1990