Había una vez un pueblo frente a una llanura, de espaldas a unos montes, cargado de historia, de folclor, de tradiciones, de gentes, de trabajo, de esfuerzo, de sacrificios, de frío y de calor, de agua y de tierra, de sonrisas y lágrimas, de humillación...Porque, créanlo o no, ya no tenemos Ojos, nos los están quitando; nuestro pasado es "un error histórico", nuestro presente es incierto. Tenemos, por ejemplo, un ATS para 10.000 habitantes. Y el futuro... ¿Qué sabe nadie?-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 2 de junio de 1990