Ya que el Ayuntamiento sigue cometiendo la barbaridad de no prohibir la circulación de coches, y, por tanto, es el principal responsable del deterioro y desertización de la Casa de Campo, por lo menos deberían tener un amplio grupo de mantenimiento y aseo del pulmón de Madrid y no lo que hay ahora, cada tres o cuatro días, algún grupito de trabajadores pasean, fuman y pinchan los papelitos que están en su camino. También hay sitios por donde no van nunca y se ven las papeleras llenas tras muchos meses, y como es lógico, las basuras están esparcidas por el suelo.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 2 de junio de 1990