El delantero rumano Lacatus marcó ayer los dos goles de Rumania frente a la URSS. El segundo fue gracias al penalti señalado equivocadamente por el árbitro uruguayo Cardellino por una mano fuera del área de Jidiatulin. El primero, que abrió el camino del triunfo, fue tras una jugada que nació desde la misma portería rumana. El guardameta Lung sacó el balón hacia Rotariu (5), que hizo una doble pared con Sabau (8), para que éste adelantara a Lacatus (7), el cual, desmarcado de la defensa soviética, disparó entre el palo más cercano y el portero Dasaev cuando éste se lanzaba al lado contrario.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 10 de junio de 1990