El Gobierno de Nicaragua tiene intención de regalar al presidente del Gobierno español, Felipe González, uno de los fusiles entregados por la Contra en un proceso de desarme que cumple hoy la fecha oficial de culminación, con grupos armados de comandos de la Resistencia Nicaragüense (RN) que se niegan a la desmovilización.
El fusil de Felipe González será uno de los 100 que el Gobierno nicaragüense tiene previsto entregar como recuerdo a personalidades internacionales que se han destacado por su contribución a la paz y la democracia en Nicaragua. El extraño recuerdo será, probablemente, entregado la próxima semana personalmente por el ministro nicaragüense de Gobernación, Carlos Hurtado, quien viajará a España para entrevistarse con responsables del Ministerio del Interior con el fin de solicitar asesoramiento para la reestructuración del cuerpo de policía de Nicaragua.Quedan muchas dificultades por vencer. La primera, desde luego, es conseguir que la ceremonia de entrega de armas celebrada ayer en el campamento de El Almendro con todos los honores y con presencia de los más altos representantes del Gobierno, la Resistencia Nicaragüense y la ONUCA no quede en un mero y ya repetido show propagandístico.
Ya casi está asumida por todos los sectores de opinión nicaragüense la realidad de que alrededor de 4.000 contras, según los cálculos de la ONUCA, seguirán armados después de cumplirse la fecha límite acordada para la desmovilización. "Se trata de flecos que no deben suponer ningún problema para el futuro", opinó un portavoz de las Naciones Unidas.
Un país para los contras
Los combatientes de la RN desarmados van a ocupar dentro de Nicaragua un territorio similar al de todo El Salvador, donde contarán con la protección de su propia policía y facilidades para el cultivo de la tierra. Para sus primeros gastos, el Gobierno nicaragüense ha accedido además a entregar a cada contra desmovilizado la cantidad de 50 dólares.
Aparentemente convencidos de que han encontrado la veta fiara obtener concesiones mientras prolongan su desmovilización, los dirigentes de RN están dispuestos a poner las cosas difíciles hasta el último momento. La más reciente revelación del jefe del Estado Mayor de la Resistencia, Israel Galeano, Franklin, es la de que varios miles de contras no poseen armas, pero que tienen que recibir los beneficios de la desmovilización aunque no tengan fusiles para entregar. Los oficiales de la ONUCA no están seguros de que esos contras no hayan escondido las armas previamente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 10 de junio de 1990