Un avión Tupolev 154 de las líneas interiores soviéticas, con 114 pasajeros a bordo, fue desviado en la noche del pasado viernes al sábado por un joven de 17 años hacia el aeropuero de Estocolmo. Dimitri Semionov, de nacionalidad soviética, llevaba una falsa granada cuando realizó el secuestro y se rindió sin ofrecer resistencia. Fuentes policiales suecas señalaron que el joven actuó encolerizado porque sus padres le habían dicho que dejara su casa.El aparato, que efectuaba el trayecto entre las ciudades de Minsk y Marmansk, al norte de la Federación Rusa, cerca de la frontera con Finlandia, continuó hacia a su destino con todos sus pasajeros y tripulantes a bordo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 10 de junio de 1990