La carne de vacuno procedente de granjas británicas donde se han producido casos de encefalopatía espongiforme bovina (BSE), la enfermedad de las vacas locas, podrá seguir siendo exportada al continente a causa de un agujero legal en el acuerdo firmado esta semana en Bruselas por los ministros comunitarios de Agricultura, según se puso de manifiesto en la reunión mantenida ayer entre John Gummer, ministro británico de Agricultura, y el presidente de la Unión Nacional de Ganaderos, Simon Gourlay.El acuerdo de la CE especifica que la carne británica de vacuno debe estar acompañada de un certificado que garantice que no procede de una ganadería donde se hayan producido casos de BSE. La certificación es realizada en el matadero por los veterinaríos, quienes deberán comprobar que en la explotación de la que procede el animal no hay BSE. Pero si una granja afectada vende una res mayor de seis meses a otra que no lo está, y es ésta última la que la envía al matadero, el certificado será concedido.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 10 de junio de 1990