El nuevo impuesto sobre la renta permitirá deducir en la base del IRPF el total de las aportaciones anuales que se hagan a fondos de pensiones. La aportación máxima anual es y seguirá siendo de 750.000 pesetas; la diferencia es que ahora sólo se puede deucir en la base, como máximo, 500.000 pesetas y con la nueva ley este tope se eleva hasta las 750.000. Esta modificación se engloba entre las medidas de fomento del ahorro familiar que introducirá la reforma fiscal, según anunció ayer el secretario de Estado de Hacienda, José Borrell, tras una reunión que mantuvo con los representantes de la patronal CEOE dentro de la ronda que intenta consensuar la reforma.Otra de las novedades que Borrell comunicó tras la reunión con los empresarios es la disminución, desde 800.000 pesetas -para las declaraciones individuales- hasta sólo 150.000, de los intereses que pague el contribuyente por los préstamos que haya asumido para comprar una vivienda cuando ésta no sea la habitual. En este último caso, se mantiene el máximo de 800.000 pesetas como intereses deducibles en la base del impuesto. Esta reducción de los beneficios fiscales para la compra de la segunda vivienda, que tampoco tendrá ninguna dedución en la cuota, está recogida en el artículo 20 del anteproyecto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 11 de julio de 1990