El juez Baltasar Garzón mantenía anoche incomunicados en distintas comisarías de policía españolas a los 13 presuntos narcotraficantes detenidos en la segunda parte de la denominada Operación Mago, a diferencia de lo ocurrido en la primera redada. Los 18 detenidos en aquella ocasión, el mes pasado, estuvieron incomunicados en la prisión de Alcalá-Meco (Madrid), pero el juez pidió explicaciones reiteradamente al Ministerio de Justicia porque, según sus informaciones, habían burlado su orden y se pusieron en contacto entre ellos antes de prestar declaración.El director general de la Policía, José María Rodríguez Colorado, confirmó ayer estas 13 detenciones. Seis de los afectados son extranjeros.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 11 de julio de 1990