Las enfermedades del aparato circulatorio produjeron el año pasado la muerte de 13.345 personas, lo que supone más de la mitad de las 31.294 defunciones registradas en 1989 en la Comunidad de Madrid. De acuerdo con los datos facilitados ayer por la Consejería de Salud, excepto 1.350 personas que fallecieron por alguna causa externa al funcionamiento de su propio organismo, las restantes muertes estuvieron originadas por alguna patología.
Según el citado departamento, 7.249 personas perdieron la vida como consecuencia de tumoraciones malignas, motivadas fundamentalmente por carcinomas de mama o de colon. Estos dos tipos de cáncer han aumentado sensiblemente. La consejería de Pedro Sabando prevé que este año se registren entre 12.000 y 13.000 casos nuevos.
Las enfermedades relacionadas con el aparato respiratorio causaron 2.492 muertes, 900 más que las del aparato digestivo. Unas 1.135 personas fallecieron afectadas por estados enfermizos mal definidos clínicamente. Los trastornos endocrinológicos o metabólicos se cobraron 1.033 víctimas mortales, las disfunciones genitourinarias 789 y las enfermedades infecciosas y parasitarias 591.
Los trastornos mentales sumaron 708 decesos, mientras que 401 madrileños perdieron la vida año pasado por otras patologías relacionadas con el sistema nervioso. Las enfermedades del sistema osteomuscular causaron 213 óbitos y 108 las enfermedades congénitas, igual cifra que las de origen sanguíneo. Las afecciones perinatales provocaron 92 muertes, y otras 22 personas fallecieron debido a patologías de la piel.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 25 de julio de 1990