En el cementerio de Ciriego (Santander) recibieron sepultura, ayer por la tarde, los restos de María Manuela Piris Piñeiro, fundadora de la sala Rúa, galerista de gran sensibilidad e impulsora de la vocación artística de innumerables jóvenes cántabros. En la actualidad era coordinadora de las exposiciones de la Fundación Botín. El cáncer que sufría desde hacía dos años puso a prueba en los últimos meses la fortaleza de su temple para hacer frente a la muerte. Coco, como era conocida en los medios sociales y artísticos de Cantabria, estaba casada y deja cuatro hijos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 28 de agosto de 1990