Soy un asiduo lector de EL PAÍS y el motivo de dirigirme a usted es el siguiente:Tengo una enfermedad muscular (atrofia muscular progresiva), por lo que debo utilizar silla de ruedas para moverme. El problema es que necesito una silla eléctrica.para poder salir a la calle sin ayuda, y no depender de ninguna persona, lo que hace que no tenga ningún tipo de independencia personal. Pero el precio (722.000 pesetas) tan elevado no me permite comprarla.
En esta misma situación se encuentran muchos minusválidos, ya que la Seguridad Social no se hace cargo del importe de estas sillas de ruedas.
Ante esta situación, me dirijo a usted, esperando que por medio de su periódico pueda conseguir alguna ayuda para comprar la silla.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 28 de agosto de 1990