La violencia entre facciones rivales en las poblaciones negras de Suráfrica se cobraron ayer más de 28 muertos, mientras Nelson Mandela, líder del Congreso Nacional Africano (ANC), advirtió al presidente F. W. de Klerk de que las conversaciones de paz entre blancos y negros pueden correr peligro debido al baño de sangre que se está produciendo en el país.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 12 de septiembre de 1990